5 de enero de 2010

Los machotes del gimnasio.

Hace poco que me he apuntado al gimnasio, llevo algo más de un mes, y aunque he estado en varios gimnasios de forma esporádica, he de decir que no soy ningún fortachón ya que más bien tiro a enclenque, pero se hace lo que se puede.

En mi experiencia con los gimnasios he podido ver muchas cosas, aparte de pibones claro está, tales como tíos ciclados que bien podrían tirar de un arado cual mula de carga, de entrenadores de gimnasio que a pesar de verles darse palizas monumentales son más enclenques que yo (lo cual siempre me ha llamado la atención) o de cuadrillas de amigos que hacen cuatro ejercicios y se largan a casa.

Pero, sin duda alguna, la clase de tipo que más me topo en el gimnasio está incluido dentro del primer grupo que he nombrado, el de los "cachas". No es que destaque demasiado este personaje, normalmente parece ser un lobo solitario; pues apenas tiene tiempo para hacerlo ya que cuando no está levantando 100 kilitos en la máquina de turno ,trata de ligarse a la monitora con su "don de gentes". Es bueno que haya monitoras porque esta clase de tipos se dedican a darles la paliza con temas triviales (evidentemente, no creo que hablen de temas existenciales), mientras sostienen sus pezuñas en las caderas y ponen los brazos en jarra a la par que sacan pecho. Pero pobre de tí como no estén los monitores y estés utilizando la máquina que a él le toca en ese momento. No porque te vaya a pegar, pues sabe que lleva las de ganar y tú las de perder, ni porque tengas que turnarte la máquina con él ni nada de eso. Lo jodido es cuando estás haciendo tu serie de ejercicios y llega él, en su asombrosa sabiduría, y empieza a soltarte aquello de "lo estás haciendo mal", momento en el que te quita de la máquina y te dice la manera correcta de hacerlo, cosa que se agradece sino fuera porque ves como lo hace igual o peor que tú mientras aprieta los músculos para que veas lo tocho que está.

Uno podría soportar la tontería sin problemas y dejar pasar la anécdota. No obstante, si nuestro amigo a decidido desayunar lengua ese día, vete olvidando de terminar tu serie de ejercicios. En una ocasión uno de estos instruidos deportistas me tuvo tres cuartos de hora diciéndome como se había puesto tan "tocho", las calorías que quemaba a la semana, sus dietas, e incluso casi me parto el culo en su cara cuando me aconsejaba que tenía que ganar más volumen y hacer más pesas en vez de hacer tanto cardio en la cinta (por aquel entonces podía hacerme una hora), diciendo que lo que los monitores me habían mandado era una mierda y no valía para nada. Además de decirme que ciclarse y tirar de esteroides no era malo, que era peor fumar y beber (cosas que él no hacía según dijo).

Y como ésta otras tantas pero bueno, supongo que tampoco es tan malo, pero tenía ganas de comentarlo con vosotros. Un saludo.




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